Culturales

Rodolfo Vera: Un poeta de la vida que supo nacer “de nuevo” y reencontrase con su interior

Rodolfo “Ofi” Vera (48) se define un tipo “familiero”, poeta y “autodidacta de la vida”.

En La Entrevista de La tarde Con Vos (LTCV) habló de los sentimientos, los aciertos, los errores y cómo salir adelante en los momentos complicados de la vida.

Se define un “autentico quesero” porque, como pocos, “nací en el hospital de Nueva Helvecia”. Comenzó a trabajar cuando tenía 12 años de edad en un vivero porque le gusta “tener mis pesitos para comprarme ropa”. A los 16 ingreso a la Sociedad Fomento Rural Colonia Suiza, lugar de donde nunca más se despegó en lo laboral. Pasó por diferentes áreas hasta llegar al actual puesto. Desde hace 10 años está al frente del sector de la cooperativa. Con uno de sus primeros sueldos se compró una bicicleta. 

Se crió en el barrio Artesano y desde ahí mamó su amor por el club homónimo. Fue a la Escuela Nº10 y recordó momentos de su niñez. Cursó hasta quinto año del liceo aunque reconoció que “no era muy adicto a los estudios”.

Hablo de la familia, sus abuelos, los amigos y el amor. “Éramos una familia de clase medias y que llegábamos justito a fin de de mes, pero nos pasábamos en el campito hasta la hora de la cocoa”, expreso. “Si tuviera que rebobinar mi vida y escribirla de nuevo, la escribiría de la misma manera”, confesó.

Padre de dos hijos, Ofi dice que para él “no existe la verdad absoluta” y que los jóvenes de antes son distintos a los de ahora.

Contó que vio la muerte y que ese hecho le cambió la vida. Fue el 7 de abril de 1997.  Era en su mejor momento deportivo como golero de Artesano. Un accidente de tránsito en la radial de Rosario, “me truncó de los sueños que tenía en el fútbol”.

“Creo en las causalidades y no en las casualidades”. “Mucha gente me dio por muerto y solamente me quebré un dedo del pie”. Desde ese momento valora la vida de otra manera. “A las semanas ya estaba haciendo la rehabilitación”. “Hay un antes y un después, nací de vuelta, no era la hora para mí”.

Conoció a Carina (esposa y madre de sus hijos) en la Cooperativa y dijo que es su sostén. Contó que la crisis del 2002 le quitó una casa que estaba pagando.  “Ahí se ve la fortaleza de la familia”. Juntos lograron comprar otro terreno y hacer una nueva casa. “de lo material hay que desapegarse, si vivimos pensando en lo material, pasas amargado”.