Culturales

Humberto Bejar: “Siento una emoción muy grande cuando me transformo en el Marques de las Cabriolas”

A los 58 años, Humberto Bejar dice sentirse feliz a pesar de los avatares que le dio la vida. Es el “Marqués de las Cabriolas” oficial del carnaval de Rosario desde el año 2006.

Pero Humberto, el flaco, cómo le dice la gente, tiene una historia detrás. Con idas y vuelas, con vaivenes de la vida como todos.

Perdió su mamá a los 14 años y que esa pérdida llevo a su papá a vincularse con el alcohol. Lo sufrió mucho, de hecho cuando tenía 18 años “me desperté llorando y me dije. Cómo la extraño”. “cómo poder superar eso que ahora me falta para conversar”, pensaba.

Fue una etapa oscura de su vida en donde se encontró inmerso en la soledad.

Se acostumbró a vivir y compartir el tiempo con su papá a quien catalogó como “un gran compañero”. Recuerda que “una barra de amigos” lo “sacó” adelante y que entendió que la vida continúa y que cada día es un nuevo desafío.

Reconoció que tuvo que aprender a hacer los quehaceres de la casa: cocinar, planchar, lavar la ropa. Le cambió la vida.

Criado en el barrio El Ombú, Humberto estudio carpintería en la UTU y trabaja desde los 16 trabaja para la Banca de Quinielas. Comenzó haciendo suplencias y desde los 18 años es funcionario directo.

Su vinculación con el carnaval se dio en el año 1984 gracias a un coterráneo: Hugo Delbugio. Lo invitó a sumarse al proyecto de la murga A Punto Quiero. Desde ese momento, el carnaval se transformó en una de sus paciones junto con la pintura. Participó en la Solidaria y en La Oblidada. El último año de murga fue en 1990 en Los Nuevos Pichoneros.

En el 2006 tras un impase de varios años, se transformó en el Marqués de las Cabriolas del afamado carnaval pichonero.

Logro ser parte de varios conjuntos lúbolos. Él dice que tocó el cielo con las manos cuando en el 2018 fue convocado por Cuareim C 1080 de Montevideo.  “fue una emoción indescriptible, impresionante”, explicó.

Humbero Bejar, un artista, personaje sin igual de la comunidad rosarina que hoy se siente feliz por lo vivido. Quiere mejorar el mundo “que fuéramos más felices sin vivir tan rápido”.

 Es la vida del Marqués de las Cabriolas de Rosario.