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Una empresa suiza se prepara para producir la vacuna contra el Coronavirus

Los trabajadores de la planta industrial de Lonza en Visp, en el corazón de los Alpes suizos, se apresuran a montar las líneas de producción para que a finales de este año se pueda empezar a fabricar, para la empresa estadounidense Moderna, una vacuna contra la COVID-19.

El espacio de 2 000 metros cuadrados en la nueva fábrica de Lonza todavía está en obras. Pero Torsten Schmidt, quien dirige las instalaciones de la compañía en Visp, en el cantón del Valais, confía en que lo lograrán.

“Todo estará listo para producir las primeras dosis en diciembre”, ha confirmado recientemente a los periodistas, según informó este martes el portal swissinfo.ch, dedicado a difundir las perspectivas suizas en 10 idiomas.

El medio señala que la compañía farmacéutica suiza está construyendo tres líneas de producción de vacunas en Visp –con una inversión de 210 millones de dólares (191 millones de francos)– que se encargarán de suministrar al resto del mundo 300 millones de dosis anuales. Paralelamente, las nuevas líneas de producción en la planta que Lonza posee en Portsmouth, Nuevo Hampshire (Estados Unidos), tienen como objetivo comenzar a fabricar en noviembre componentes de vacunas en exclusiva para los Estados Unidos.

Por lo general, un proyecto de esta envergadura lleva dos años, explica Schmidt, pero por la urgencia de la pandemia solo han tenido ocho meses para completarlo. Tres equipos han estado trabajando las 24 horas del día, los siete días a la semana.

“La entrega de la infraestructura fue un momento crítico. Habitualmente es un proceso que lleva 12 meses, pero aquí han sido 4-5 meses. Al final, para conseguir el suministro del abastecimiento, el director general ha hablado con los directores generales de los proveedores”, declara Schmidt a la agencia Reuters.

Mientras tanto, Lonza sigue contratando a algunos de los 200 trabajadores que se necesitan para ejecutar las líneas de producción en el distrito “Ibex” en Visp, que –una vez esté terminado– albergará seis edificios.

Esta carrera contrarreloj se lleva a cabo mientras los científicos y las compañías farmacéuticas avanzan en su búsqueda de una vacuna exitosa contra la COVID-19. Todavía no hay una vacuna aprobada, pero se ha informado de que hay 11 en ensayos avanzados, entre ellas las de Pfizer, Johnson & Johnson y Moderna. La vacuna de Moderna se basa en una tecnología nunca antes aprobada que utiliza células humanas para ayudar a desencadenar una respuesta inmune.

La visita de la prensa a Lonza (el martes pasado) coincidió con el anuncio de Swissmedic (la autoridad suiza en materia de medicamentos) de que ha comenzado a evaluar un candidato rival: la “vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca”. Es la primera vez que una farmacéutica presenta una vacuna contra el coronavirus para su aprobación en Suiza. AstraZeneca, que ha desarrollado la vacuna en colaboración con la Universidad de Oxford, ha presentado su solicitud ante Swissmedic a principios de octubre.

Ingredientes

Lonza tiene un contrato de diez años para suministrar ingredientes a Moderna, incluyendo hasta mil millones de dosis anuales de la vacuna COVID-19. Sin embargo, la vacuna todavía no ha recibido la aprobación formal de los reguladores de EE.UU. o Suiza.

Los componentes incluyen una versión sintética del ARN mensajero (ARNm), material genético que está almacenado dentro de unas gotas minúsculas de grasa llamadas nanolípidos. Este material instruye a las células humanas para que produzcan una forma no replicable de la proteína espiga del coronavirus y desencadenen una respuesta inmunitaria en el cuerpo.

Los componentes se congelarán a -70° centígrados y luego se enviarán desde Visp a la sede de los laboratorios farmacéuticos Rovi en Madrid para la etapa final del proceso: “llenar y terminar”.

Suiza recibirá 4,5 millones de dosis de la vacuna, cantidad suficiente para vacunar a 2,25 millones de personas si, como se espera, se necesitan dos dosis por paciente.

Paralelamente a este acuerdo, el Gobierno suizo –en lo que llama un “enfoque diversificado” para acceder a una vacuna– continúa manteniendo conversaciones con otras compañías. Y también sigue apoyando proyectos multilaterales para la distribución justa de una futura cura, escribe.

El Gobierno ha destinado 300 millones de francos para la compra de una vacuna.

En una encuesta realizada recientemente en Suiza, la mitad de las personas a las que se ha preguntado dicen que, si se dispusiera de una vacuna eficaz, se vacunarían contra la COVID-19. Los hombres son más propensos a hacerlo que las mujeres.