Rurales

Avanza proyecto para el control biológico de lagarta en la soja

La avispa Trichogramma  Pretiosum  Riley, originaria de Uruguay pero multiplicada en Francia, fue registrada  ante el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca  como el primer controlador biológico para combatir lagarta en la soja, abriendo el camino hacia la producción no transgénica de esa oleaginosa, mirando especialmente hacia China.

El gigante asiático es el principal importador mundial de soja pero no usa para el consumo humano variedades transgénicas. A su vez, Uruguay es el primer país del mundo abocado a una posible producción de sojas no transgénicas aportadas por China.

El trabajo con la citada avispa  se enmarca en el proyecto: “Tecnología Innovadora de control de plagas en el cultivo de soja”, financiado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), donde participan la Facultad de Agronomía, la empresa francesa Biophilia/Bioline y Barraca Erro, fuerte productora y exportadora de la oleaginosa.

Está pensado que este agente biológico cubra 1.800 hectáreas este año, pero todavía no fue lanzado comercialmente y sólo se continúa trabajando en cultivos de Barraca Erro.

“Ese salto en cuanto a superficie respecto a los años anteriores, permitirá probar toda la logística”, explicó César Basso,  profesor titular de Entomología, Departamento de Protección  Vegetal  de Facultad de Agronomía. Uruguay apuesta a la diferenciación y se juega  a que el control por este y otros agentes biológicos lleven a cero el impacto ambiental sobre el cultivo cuando se pretende combatir plagas como la lagarta, porque quita agentes químicos usados habitualmente para combatir la misma plaga.

La avispa parasita los huevos de la lagarta, se alimenta de ellos y luego emerge otra avispa que continuará el ciclo. Al caer la población de lagartas en los cultivos hay mayor producción por planta.